AUTOBIOGRAFIA

DELFI DORIAN CANO CHAVEZ
Mi nombre es Delfi Dorian Cano Chávez, nací el veinticuatro de diciembre del año mil novecientos ochenta y uno (24/12/1981), en la aldea Tajumuco. Mis padres son Senovia Piedad Chávez Granados y Nicolás Cano Figueroa. Anteriormente este lugar pertenecía al municipio de Chaintla. Ingresé a la Escuela Oficial Rural Mixta de esta misma localidad, cuando tenía siete años y terminé el ciclo de educación primaria en el año mil novecientos noventa y seis (1996), cuando tenía doce años.
Durante mi infancia, según recuerdo, me gustaba dibujar, jugar futbol, aprender canciones, recitar poemas y participar en eventos socioculturales que organizaban los maestros. Esta etapa de mi vida fue muy divertida porque en varias ocasiones participamos en las olimpiadas escolares a nivel sectorial en donde la mayoría de veces ganamos el primer lugar. Participé en concursos de dibujo, declamación y canción y fue de esta manera que despertó en mi el interés por el arte. Aprendí a ejecutar la guitarra a los doce años, esto me permitió inclinarme un poco más a la música.
Mis papás decidieron mandarme a estudiar el ciclo de educación básica al municipio de San Antonio Huista, por la razón que en nuestra aldea no había institutos del nivel medio. Estudié en el Instituto Nacional de Educación Básica  y fue allí donde conocí a muchas personas e hice muchos amigos. Recuerdo que en primero básico no me adaptaba al lugar y no iba tan bien en mi rendimiento escolar. El primer bimestre dejé varias materias, pero en el segundo bimestre me pude recuperar gracias al apoyo de compañeros que se preocupaban por enseñarme lo que yo no entendía.
En segundo básico me becaron dándome una bolsa de estudio de doscientos quetzales mensuales. Esto fue para mí como una motivación ya que mis calificaciones no debían bajar de los setenta puntos. En varias oportunidades formé parte del cuadro de honor de este establecimiento porque mi promedio pasaban de los ochenta puntos.
Durante ese tiempo, seguí participando en concursos de pintura y de canto; además, participé en la banda musical del Instituto. Fue entonces cuando aprendí a ejecutar algunos instrumentos de percusión y aprendí también a ejecutar la trompeta. Participamos en los desfiles del quince de septiembre y en concursos de bandas a nivel municipal.

Recuerdo que cuando estaba en tercero básico participé en un concurso de canción organizado por la institución DECOPAZ. Este concurso consistía en interpretar una canción con un mensaje de paz o que tratara de la guerra interna que se vivió en Guatemala. Gané tercer lugar en este concurso con una canción que yo mismo escribí inspirado en un libro  titulado Masacres de la Selva de  Ricardo Falla.

Terminé el ciclo de educación básica en el año mil novecientos noventa y nueve (1999). En ese entonces le pidieron a mi papá que llegara a recoger mi expediente de tercero básico. La secretaria del instituto nos comentó que la beca que tenía podía seguir, solo si estudiaba en un establecimiento nacional, de lo contrario la beca se perdía. Nos explicó qué establecimientos del departamento de Huehuetenango eran nacionales y podían cubrir la bolsa de estudio, pero había que someterme a exámenes de admisión en el mes de noviembre para poder ingresar. Esto no fue posible porque no me logré preinscribir y no me hice las evaluaciones respectivas.


Desde pequeño tenía la inquietud de estudiar la carrera de magisterio. Consideraba que era una carrera que me iba a permitir trabajar  cerca de la casa,  ya que veía que los maestros que trabajaban en las escuelas eran de Huehuetenango o de Chiantla. Esto fue lo que me motivó a estudiar esta carrera. Además, por conveniencia y por razones que muchos compañeros iban a seguir estudiando allí mismo, decidí ingresar al Instituto Normal Privado Mixto Juan José Arévalo Bermejo.

Empecé a estudiar la carrera de Maestro de Educación Primaria Urbana en el año dos mil. Durante este tiempo de estudio, lo más divertido fue cuando estaba en el segundo año de la carrera. El primer acercamiento con los niños en la etapa de la minipráctica, fue una experiencia inolvidable. Recuerdo que fue la primera vez que los niños me llamaron Profe. Fue cuando descubrí que me gustaba trabajar con niños.

Como todas las carreras, el tercer año fue un tanto complicado para mí, pero a la vez, un año de muchas experiencias. En ese entonces, cuando se sacaba práctica, no se suspendían las clases en el Instituto, y es que en la mañana íbamos a la práctica docente y en la tarde a recibir clases. Era una tarea complicada y cansada para nosotros; pero estábamos en un proceso de formación y este doble esfuerzo nos ayudaba a ser más responsables y prepararnos mejor.

Después de tanto esfuerzo, dedicación, constancia, deseo de superación y la automotivación que se alimentaba del apoyo económico y moral de mis papás, a quienes les debo lo que ahora soy, por fin mis sueños de ser un profesional se habían cumplido. Me gradué de la carrera de Maestro de Educación Primaria Urbana en el año dos mil dos. Sin duda alguna, el haberme graduado de esta digna carrera me abrió puertas para desempeñarme en cualquier trabajo.

El sueño de todo reciengraduado siempre es ubicarse en un trabajo. Yo que en ese entonces estaba en ese lugar: graduado, desempleado y sin dinero. Lo peor de todo es que mis papás andaban con deudas porque era mucho lo que desembolsaban para sostenerme a mí y a mis otros dos hermanos en el estudio, sumado a eso, el gasto de la casa. Fue eso lo que me motivó a buscara un empleo.

En enero de dos mil tres, me enteré que el Ministerio de Educación contrataba personal temporalmente para cubrir necesidades de docentes en las escuelas. Fue entonces que inicié a completar mi papelería. En dos ocasiones viaje a la Ciudad Capital a sacar mi cédula docente. Ingresé expediente en ese mismo mes, en la Coordinación Técnico Administrativa, que, para ese entonces, ya tenía sede en donde hoy es la cabecera municipal de Unión Cantinil. Como respuesta a esto, me dieron un contrato con fecha dos de febrero del año dos mil tres. Trabajé entonces bajo el renglón 021 en la escuela de la comunidad de las Lomas, posteriormente, en ese mismo año, me trasladaron para la escuela de la aldea Tajumuco y en el dos mil cuatro, me enviaron a la Escuela de la comunidad de Cuatro Caminos  que es donde hoy sigo laborando.

Gracias al apoyo de mis papás pude graduarme y tener un trabajo, abriéndome posibilidades de continuar mis estudios a nivel universitario. Hoy estoy graduado de Profesor de Segunda Enseñanza en Pedagogía y Ciencias Sociales, egresado de la Universidad Panamericana de Guatemala. Soy graduado del Programa Académico de Desarrollo Profesional Docente PADEP/D, en la carrera de Profesorado de Educación Primaria Intercultural, impartida por la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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